Hay muchas creencias en nuestra sociedad: que las personas que siguen una dieta vegetariana o vegana se adaptan mejor a la carencia de ciertos químicos porque no comen alimentos de origen animal (dieta vegana) o porque solo incluyen huevos y lácteos (vegetariana). alimento). Entre estos nutrientes faltantes, los más afectados son las proteínas, los ácidos grasos, la vitamina D, la vitamina B12, el hierro y el calcio.
¿Cuál es la verdad? ¿Seguir este tipo de alimentación puede llevarnos a estados carenciales? ¿O es una excusa para desacreditar tales alimentos?
EL DOLOR CRECIENTE Y LOS ÁCIDOS GRASOS SON MÁS QUE SUFICIENTE
En segundo lugar, comer grasas también es suficiente si bebes frutos secos, semillas o aceites, e incluso frutas como los aguacates. Lo que se debe considerar es que la proporción entre los ácidos grasos omega-3 y omega-6 debe estar balanceada (no exceder la cantidad de omega 6 para perjudicar a los omega 3) para el buen funcionamiento del organismo. Por ello, sería adecuado utilizar aceite de oliva en lugar de aceite de girasol u otras semillas ya que es bajo en ácidos grasos omega 6, y comer frutos secos como las nueces, y semillas como el lino o la chía, que contienen ácidos grasos omega 3.
VITAMINA D
Y la vitamina D, aunque se encuentra en algunos alimentos de origen animal como el pescado azul, se sintetiza sobre todo tras exponer nuestro cuerpo a la luz solar. Esto sugiere que, en general, la preocupación por la deficiencia de esta vitamina entre los vegetarianos o veganos no será mayor que entre las personas no vegetarianas.
El principal motivo de fracaso es el estilo de vida actual, con el abuso del tiempo que pasamos en casa. Por ejemplo, trabajar en una oficina implica cierta exposición a la luz solar. Por ello, se recomienda asegurarse de ver el sol a diario, o en su defecto si el estado no lo permite, tomar un suplemento de vitamina D si el personal sanitario así lo indica tras observar el estado de la enfermedad, especialmente en los meses de invierno. .
PROBLEMA DE LA VITAMINA B12
Minerales: hierro y calcio
Saioa Gómez Zorita, Catedrática de la Universidad del País Vasco. Investigador del Grupo de Nutrición y Obesidad del Centro de Investigación Biomédica del Centro de Investigación en Obesidad y Nutrición (CiberObn) y Centro de Investigación Sanitaria Bioaraba, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea; Iker Gómez García, estudiante de doctorado, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitea; Irene Besné Eseverri, estudiante de doctorado, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitea; Iván Gómez López, Ph.D. Estudiante en la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) & Instituto de Ciencias de la Alimentación (CIAL) (CSIC-UAM), Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea; Laura Isabel Arellano García, estudiante de doctorado, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea; Maitane González Arceo, Alumna Predoctoral, Grupo de Nutrición y Obesidad, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Universitatea, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea y María Puy Portillo, Catedrática de Nutrición. Centro de Genética de la Obesidad y Nutrición (CIBERobn), Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea