La nueva vida de las bodegas Cayetano del Pino

Hace unos meses este periódico publicaba que la bodega Cayetano del Pino y Cia SA, considerada una de las bodegas históricas de nuestra ciudad, era comprada por la empresa Grupo Mesgal Patrimonial, SL, propiedad del empresario jerezano Fulgencio Meseguer Galán.

El nuevo propietario de la bodega ha apostado ‘por un proyecto de continuidad con el objetivo de la calidad de los afamados vinos amontillados y palos cortados, y con la visión de crecimiento empresarial y fortalecimiento de su marca’.



La actual sede de la bodega, en la Plaza de Silos, acogerá un nuevo equipo directivo, donde permanecen algunos componentes de la familia Del Pino, y empleados de su anterior plantilla, encabezada por el propio Fulgencio Meseguer, asumen el cargo de director ejecutivo.

Los planes del nuevo propietario incluyen la ampliación de la instalación, ‘con la visión de potenciar el servicio de enoturismo que ya funciona desde el año pasado’.

El Grupo Mesgal también ha adquirido el Castillo de la Condesa de Casares en Jerez, un bello edificio que mandó construir Manuel María Pérez Gómez por el arquitecto Balbino Marrón en 1833, y la finca de Viña Cerró Obregón.

Henry Vizetelly ya había hablado de este viñedo en 1875, en su célebre obra ‘Facts about Sherry’.

Documenta tu historia

La revista Mundo Nuevo, en su número del 19 de mayo de 1904, con motivo de la visita del rey Alfonso XIII a Jerez, publicó un extenso reportaje sobre este acontecimiento, incluyendo dos páginas dedicadas a la bodega Cayetano del Pino.

Ese día el rey fue homenajeado por González Byass y Domecq. La información recogida en la revista de circulación nacional muestra la solidez de una empresa relativamente joven. Un hecho que Mena y Sobrino explica en su obra ‘Reseña de las bodegas de Jerez’, escrita en 1900, a la que dedica nada menos que diez páginas.

Juan Valero tampoco lo olvidó en la selección de bodegas locales que hizo en la publicación ‘España en fin de siglo’ (Madrid, 1896), de una página y media.

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Una empresa que, nacida en 1886, ya pesar de los vaivenes económicos, se mantiene activa hasta el día de hoy, renovando la tradición heredada.

La guía oficial de Jerez de aquellos años nos proporciona varios datos interesantes.

Por otro lado, el ilustrado y ameno libro ‘Imágenes del vino de Jerez’, publicado en 2009, y escrito por Juan Luis Repeto Prieto, lo describe ampliamente.

También hay que añadir que gran parte del archivo de la bodega fue adquirido por el Ayuntamiento en 2004, con una inversión de 8.000 euros. Ahora en custodia del Archivo Municipal.

El fundador

La bodega se crea en 1886, cuando el joven y emprendedor Cayetano del Pino Vázquez se traslada desde Sevilla a Jerez atraído por el gran negocio que mueve el vino en la ciudad.

Nació en La Carlota el 7 de mayo de 1858, ya los once años se trasladó a Sevilla. A los veintitrés años ya era un experimentado vendedor de la marca de vinos Antón Pericón, de las bodegas de Manuel Morales Ramírez en Jerez.

Con su conocimiento del sector, se asoció en 1884 con Alberto Romero y, posteriormente, con Manuel de la Calzada, hijo de un célebre banquero sevillano. Esto le permitió inaugurar una empresa exportadora el 19 de mayo de 1886, con el nombre de Cayetano del Pino y Cia., y con sede en un depósito de la calle Rosario. Aunque en 1883 ya era una empresa extractora.

En 1890 se trasladó a una más grande en la calle Armas de Santiago 13, cerca del parque Tempul, desde donde se abastece de agua a la ciudad.

Entre las diversas dependencias establecidas en el recinto, una bodega denominada San Bernabé (en honor a su mujer), San Vicente (en honor a su padre y uno de sus hijos), y perteneciente a Rosario y Santísima Trinidad (para sus dos hijas).

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En el almacén de origen, sin contar los empleados que se ocupan de las labores burocráticas, se pueden contar hasta ciento cincuenta empleados con trabajos fijos y diarios, además de una amplia red de representantes y comerciales en España y en el extranjero, incluida una sucursal en París.

Además de estas bodegas, merece especial atención la de la calle Lealas, y otra de la calle Circo dedicada al almacenaje de imprescindibles.

De las especialidades de la casa, que son muchas y variadas, hay que mencionar las selectas manzanillas de Manolito el Espartero y El Litri, Viva Sevilla, Adela Carta Dorada y los amontillados de Azul, Capitolio y Pretoriano, las extrañas Xerez Cristal Ladies. En aguardiente y anisado, cabe destacar el Cartujo y el Guacamayo, para lo cual creó su propia marca Vermut Champagne Santa Elena, que le reportó grandes beneficios, así como la reconstituyente bebida alcohólica Monja-Quina. Todo con etiquetas bellamente diseñadas.

Su marca participó en diferentes concursos, donde se reconoció su calidad: Chicago, 1893, Filipinas 1895, Alejandría, 1901, Viena, 1902 y la Exposición Regional de Córdoba, 1904.

La compañía cuenta con ocho comerciales en Península y cuatro en América, con sucursales en París y Sanlúcar de Barrameda.

A lo largo de su vida, fue distinguido como Comendador de la Orden Civil del Mérito Agrario, el Gran Premio Humanitario de Bélgica, y una medalla de oro y la Medalla de Honor y Mérito de la Cruz Roja Española. Esto último se debe a los beneficios que experimentan los soldados anémicos repatriados desde Cuba al tomar el vermú Champagne Santa Elena en el sanatorio de la Cruz Roja.

Casado con Bernabea Balbontin Gil, de Sevilla, muere en Jerez el 6 de junio de 1918.

Cayetano del Pino Balbontín

Le sucedió en los negocios su hijo Cayetano del Pino Balbontin, nacido en Jerez el 31 de mayo de 1896 y casado con Ángeles Bohórquez Ruiz. Dirigió el negocio hasta 1935, fecha de su muerte.

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Este fue sucedido por su hermano Enrique, quien también se destacó como futbolista en el equipo local.

A su muerte, la bodega pasó a manos de su hermana, quien contó con la ayuda del asesor José Luis Sisto.

En 1962 fue una rama de la familia Pino Bohórquez (María Jesús, Cayetano, Ángel y Enrique), quien asumió la dirección de la empresa.

Años más tarde, en 1976, ampliaron el negocio con la construcción, en la calle Arcos, de una gran nave para almacenaje. Y en 1983 se empezaron a ocupar unos antiguos almacenes de la plaza de Silos, adquiridos a Pedro Domecq, SA

sustituto

La firma, con más de 130 años de existencia, permaneció en manos familiares hasta este año.

Cayetano del Pino Bohórquez como presidente de la sociedad hasta su fallecimiento el 2 de marzo de 2016; su sobrino, Gerardo del Pino Íñiguez, que ha asumido el cargo de gerente asistido por su primo, Santiago del Pino Maldonado, y Miguel Ángel Otte del Pino como consejero; además de José Enrique Otte del Pino.

En los últimos años han lanzado al mercado vinos de gran calidad, como su palo cortado y amontillado, que están disponibles en ubicaciones selectas de Reino Unido y Japón, entre otros mercados. En la botella han estampado su etiqueta histórica, unas imágenes y unos vinos que les dieron a conocer en todo el mundo.

La muerte de Cayetano del Pino Balbontín, como hemos visto, no impidió que la firma siguiera funcionando. En este sentido, María Jesús, Cayetano, Ángel y Enrique retomaron el trabajo que habían iniciado anteriormente, compaginándolos con otros negocios que tenían.

Enrique del Pino Bohórquez, nacido en Jerez en 1935 y fallecido en la misma ciudad el 26 de mayo de 2016, estaba casado con Margarita Benjumeda Osborne. Ocupa el cargo de secretario de la empresa.

Una rama de la familia Del Pino Benjumeda forma la cuarta generación de esta bodega.

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