La pandemia del Covid-19 ha “puesto el mundo patas arriba”, afectando la salud mental de gran parte de la población, p. salud mental, que ya estaba bastante deteriorada debido al estilo de vida actual estresante y exigente. Los números no dejan lugar a dudas ya que la Organización Mundial de la Salud estima que más de 450 millones de personas en todo el mundo tienen algún problema relacionado con su salud mental. Y nuestro país no es ajeno a ello, como se valora Más de tres millones de españoles sufren ansiedad y otros tres millones sufren depresión.
Bueno, este escenario incierto se convierte en el caldo de cultivo perfecto para aumentar la probabilidad de sufrir covid en cursosegún un nuevo estudio realizado por investigadores de la Escuela de Salud Pública TH Chan de la Universidad de Harvard en Estados Unidos y publicado hace unos días en la revista JAMA Psychiatry.
menor calidad de vida
En particular, se observó que las más de 54.000 personas analizadas que admitieron haber tenido condiciones previas de salud mental como depresión, estrés, ansiedad crónica o preocupación constante antes de contraer el SARS-CoV-2 presentaban hasta un 46 % más de probabilidades de desarrollar una infección persistente por Covid-19 a largo plazo, independientemente de otros factores de riesgo como el consumo de tabaco, el asma o la actividad física. Además, se constató que había Entre un 15 % y un 51 % más de riesgo de experimentar un deterioro en la calidad de vida diaria por el Covid en curso. “La angustia se asoció más fuertemente con el desarrollo de la enfermedad Covid-19 en curso que los factores de riesgo para la salud física como la obesidad, el asma y la hipertensión”, dice Siwen Wang, autora principal del estudio, mientras que Andrea Roberts, autora principal del estudio, enfatiza que “por lo que sabemos Este es el primer estudio prospectivo que muestra que una variedad de factores sociales y psicológicos también influyen en la longevidad de Covid”.
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En este sentido, Pilar Rodríguez LedoLa vicepresidenta de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y presidenta de la Red Española de Investigación en Covid Recurrente (REiCOP), se muestra cautelosa y advierte que “es un estudio de datos poblacionales con información autogenerada”. Asi que Puede ser que los afectados reaccionen con más fuerza que los no afectadoslo que podría indicar un sesgo de respuesta.
Lo que parece claro es que En las consultas psiquiátricas se estableció la conexión entre ambas patologías. Al menos eso está confirmado. Sandra Rodríguez de Torrespsicóloga clínica, miembro de la Asociación Nacional de Psicólogos Clínicos y Residentes (Anpir) y directora de la Clínica de Psicología SRT de Madrid, quien asegura que “Como resultado de la pandemia, ciertos grupos de personas han desarrollado niveles muy altos de estrés y ansiedad. Hemos visto esto más notablemente entre los trabajadores de la salud, que tienen un mayor riesgo de contagio, y también entre las personas con condiciones médicas previas a las que se sentían más vulnerables. En estos grupos si Se observaron cambios más significativos en su salud mental ya que sus niveles de estrés y ansiedad eran más altos y permanecían crónicos por más tiempo. Coincidentemente, hemos visto más casos de Covid en curso en estos grupos.pero es difícil decir si esto se debe a la ansiedad previa que sufrían, como muestra este nuevo estudio, o si se debe a una interacción entre los dos factores.
Inmunidad deteriorada
Uno de los argumentos que podría explicar la interacción entre estas dos patologías es este “Estudios anteriores han demostrado que la mala salud mental afecta nuestro sistema inmunológico. Existe evidencia científica que relaciona el estrés, la ansiedad y la depresión debilitamiento de nuestras defensas mediante la liberación de ciertas hormonas como el cortisol o la adrenalina, que permanecen permanentemente en el torrente sanguíneo y debilitan el sistema inmunitario. En vista de esto Sí, podríamos decir que la salud mental influye negativamente en el desarrollo del Covid en curso».
Ambos expertos coinciden en que la suma de estas dos enfermedades es perjudicial, ya que Rodríguez Ledo reconoce que “estar deprimido o tener un estado de ánimo alterado puede afectar la forma en que se sienten los síntomas, Empeoramiento de la sensación de pérdida de calidad de vida. En cualquier caso, es importante trabajar en la consistencia del protocolo y es necesario mejorar los procesos de atención para que no haya injusticia en el trato a estos pacientes”.
El abordaje psicológico de una enfermedad desconocida
Ya sea por las consecuencias de la pandemia o por el propio covid-19, lo cierto es que los servicios de asesoramiento se han visto desbordados en los últimos meses. “Estamos conociendo a muchas personas que sufren de Covid en curso y que están muy limitadas en su vida cotidiana, con dificultades para retomar su vida, lo que les lleva a la ansiedad y la depresión. Además del hecho de que es Una enfermedad desconocida crea una gran incertidumbre, porque llegan abatidos por la peregrinación de los médicos, tristes y agotados por el deterioro de sus capacidades. En este caso Trabajamos con ellos para llorar la pérdida de su funcionalidad y enseñarles estrategias para adaptarse a esta nueva vida. donde tienen que vivir con estos síntomas. Además, también intervenimos para evitar que caigan en un miedo paralizante a la reinfección, que les lleve a aislarse”, explica Rodríguez de Torres.