Un número ilimitado de vacunas con el mismo fin: tratamiento para el cáncer. El tratamiento de varios tipos diferentes tipos diferentes tipos diferentes tipos diferentes tipos de tipos)» y el tratamiento ”””””””””, y en el período experimental, puede cambiar el mundo de ciencia y salud. Vacunas como las que ensaya la farmacéutica Moderna con Merck para el tratamiento de la meningitis, en segunda fase, o BioNtech iniciarán la competición para intentar curar estas enfermedades antes de 2030.
Rodrigo Sánchez-BayonaEl secretario científico de la Sociedad Española de Oncología (SEOM) y médico oncólogo del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, explicó a nuestro medio cómo funcionan este tipo de vacunas y cómo evolucionará el tratamiento del cáncer.
-Las vacunas anunciadas por Moderna y BioNtech, ya en fase II, ¿servirán para curar o prevenir el melanoma?
– El anuncio publicado se refiere al primer análisis del estudio en 157 pacientes con melanoma reducido en estadio III/IV y que posteriormente recibieron una combinación de mRNA e inmunoterapia con pembrolizumab. Cuando se comparó la combinación con pembrolizumab solo, se observó una reducción del 44 % en el riesgo de recaída o muerte por la enfermedad. Es un estudio de investigación intermedio, que esperará los resultados finales y pasará a una fase III que incluye más pacientes. Aunque los resultados son interesantes, todavía es demasiado pronto para hablar sobre el tratamiento del melanoma.
¿Es realmente posible curar el cáncer?
-La cura para algunos tipos de cáncer está cada vez más cerca, y en algunos tumores la tasa de supervivencia a largo plazo ya supera el 80% (como el cáncer de mama). Todavía es pronto para hablar de tratamiento con mayúsculas porque sabemos que hay un gran porcentaje de pacientes que recaen muchos años después del diagnóstico. Actualmente, la herramienta más importante que tenemos para curar el cáncer es la prevención y el diagnóstico precoz, ya que cuanto menos avanzado esté el cáncer en el momento del diagnóstico, mayores serán las posibilidades de sobrevivir durante mucho tiempo.
-¿Cómo funcionarán y cuál es el propósito?
-La vacuna utilizada en los ensayos clínicos para pacientes con melanoma utiliza la misma tecnología de ARN utilizada para producir la vacuna contra el coronavirus. Se trata de introducir en las células las secuencias de ARN que necesitan para fabricar proteínas (como fábricas) que nuestro sistema inmunitario reconoce y ataca a las células tumorales. Es como presentarle a nuestro sistema inmunológico un manual de instrucciones para reconocer y atacar.
– No hay dos tumores, ¿serán especiales para la vacuna?
– Así como no hay dos personas iguales, tampoco hay dos tumores iguales. El cáncer presenta una gran variedad, entre pacientes ya veces dentro de un mismo paciente sus células tumorales pueden ser muy diferentes entre sí. Esto complica las estrategias de tratamiento basadas en el conocimiento de proteínas específicas, ya que la biología del cáncer es que las células cambien y tengan cambios que les hagan perder y ganar proteínas. No son orgánicos. Sin embargo, la investigación se ha centrado en tratar de identificar proteínas comunes a todas las células cancerosas.
El problema muchas veces radica en que, dado que los virus son en última instancia las células de nuestro organismo, muchas de las proteínas que contienen también se encuentran en las células sanas, y es ahí donde se producen la mayoría de los efectos secundarios de los fármacos. En este experimento, los investigadores obtuvieron muestras del tumor y tejido sano para hacer una vacuna especial para cada paciente y tener en cuenta todos los de este tipo.
–Ya hay dos vacunas aprobadas para tratar el cáncer, Sipuleucel-T, para el cáncer de próstata avanzado y Talimogene laherparepvec, para tratar el melanoma avanzado. ¿Por qué no se habla de ellos?
–Sipuleucel-T es un tipo de vacuna que estimula a las células del sistema inmunitario llamadas linfocitos T a reconocer una proteína que se expresa en muchos cánceres de próstata, pero no en el tejido prostático sano, la fosfatasa ácida. Se ha probado en pacientes con cáncer de próstata resistente a la terapia hormonal, en comparación con un placebo. Sipuleucel redujo el riesgo de muerte en un 22 % en comparación con el placebo; sin embargo, no se observaron diferencias significativas en cuanto al tiempo de progresión de la enfermedad (14 semanas).
Talimogene laherparepvec es un virus genéticamente modificado. Es una forma débil del virus del herpes simple tipo 1, que puede causar herpes labial. Se replica en el tumor y produce una proteína llamada GM-CSF que inicia una respuesta inmunitaria. Esto conduce a la lisis (destrucción) de las células cancerosas. El medicamento se inyecta directamente en el tumor visible o palpable (palpable) en pacientes con melanoma irresecable. Un estudio que comparó este fármaco con la administración de factor estimulante de granulocitos/monocitos (GM-CSF) mostró un beneficio de supervivencia completo de cinco meses.
Aunque ambos fármacos son ejemplos de cómo podemos utilizar la inmunoterapia contra el cáncer, los resultados no dejan de ser sencillos (quizás por eso no se explican). Se deben evitar los sentimientos cuando se habla de los resultados de los ensayos clínicos, especialmente cuando se encuentran en etapas tempranas de desarrollo, porque pueden crear falsas expectativas en los pacientes.