
Desde América Latina, Juana Prieto, una de las personalidades que lideró el liderazgo de la tecnología y la ciencia con las mujeres y ahora su trabajo ha llegado Banco Mundial donde forma parte del consejo técnico que asesora al El Reino de Arabia Saudita en la construcción de su política pública de género para el año 2023.
Colombia es líder en el sector tecnológico en la región, y es uno de los directores generales de Chicas geek latinoamericanasuna empresa social responsable de apoyar a las niñas y mujeres para lograr cambios sociales, culturales y económicos a través de la educación.
Desde este proyecto está contribuyendo a “ayudarles a resolver los retos a los que se enfrentan Arabia Saudita con la igualdad de género”, una lucha que lleva librando en América Latina desde hace más de 10 años.

Desde el comienzo de la carrera de firme La tecnología jugó un papel fundamental, primero como forma de estudiar a través de la universidad a distancia y luego, como herramienta de comunicación para conversar con sus hijos mientras hacían la maestría en España.
En medio de esa etapa, fue fortaleciendo su perfil a favor de la lucha permanente de las mujeres por establecer su lugar en la industria. De ahí nació chicas frikis y con el tiempo su papel como líder en 2022 la llevó a la Banco Mundial ocupar un lugar en la construcción de políticas públicas para la igualdad de género i Arabia Saudita.
“Mi rol dentro de la mesa técnica es recoger todas estas buenas prácticas de mujeres culturales y latinas, de lo que están haciendo empresas y asociaciones y ponerlas sobre la mesa para considerar cuáles les podemos trasladar. árabe”, la colombiana, quien es una de las dos únicas latinas en este proyecto, declaró que información.
La primera fase del proyecto con el Banco Mundial Consiste en recopilar toda esta información para conocer la situación en ambas regiones y a partir de ahí comenzar a formular políticas.

De momento, lo que se ha mostrado desde nuestra región son “resultados de iniciativas con comunidades de alta vulnerabilidad y, basadas en las mejores prácticas del sector privado, público y social, que les han ayudado a mejorar su productividad”.
Teniendo en cuenta las diferencias culturales entre las dos partes, “porque lo que en Oeste nosotros pensamos que no es normal para ellos”, y de ese lado pasa lo mismo.
“En materias STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) para ellos no hay diferencias entre hombres y mujeres, hablan de ciencia y tecnología para ambos géneros y tienen buenos indicadores de la presencia de mujeres en estos campos. Hay cosas que uno pensaría, con la apariencia de la persona, que es una forma de discriminación, pero son temas culturales que hay que respetar y ese es el marco con el que estamos trabajando”, dijo a Infobae.
Otra gran diferencia que encontraron fue el acercamiento entre las organizaciones públicas y las empresas privadas, abriendo una gran puerta para que las mujeres tengan espacio, tiempo y dinero para su desarrollo profesional.
“Si bien esto puede verse como una intervención, es más un aporte del sector privado para aumentar la productividad y el bienestar de las mujeres del país y por ende aumentar su empleo”, dijo. Juana Prieto.
Por ejemplo, las entidades asumen los costos de transporte de mujeres y niños al trabajo, lo que “libera tiempo, responsabilidades o costos que normalmente no vemos en América Latina”, lo cual es una importante oportunidad de aprendizaje de la región para el líder.
Todo ello con el objetivo de entender que las oportunidades no dependen del género y que la tecnología puede crear desde un punto de vista técnico pero también, para tener claro que hay diferencias, por ejemplo, que “en temas sociales las mujeres están mucho más desarrolladas, las componente humano y liderazgo, que pueda escuchar al usuario y tener más empatía”.
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