Se acaban de publicar dos estudios que concluyen que “la microbiota intestinal puede tener un papel central en la depresión”
Han estudiado la microbiota fecal de miles de personas y han encontrado “una relación entre la diversidad y composición de la microbiota y los síntomas depresivos”
Las bacterias intestinales producen sustancias que pueden afectar al cerebro: cualquier cambio en la microbiota provoca cambios en estas sustancias, lo que repercute en nuestra salud física y mental
Microbiota y cerebro. Microbiólogos y neurocientíficos estudian cada vez más esta relación. “Buena microbiota es igual a buena salud”Explique Ignacio López-Goñi, Catedrático de Microbiología de la Universidad de Navarra. Pero cuando hablamos de salud no solo hablamos física, también de lo mental Van juntos. Y parece cada vez más claro que la microbiota juega un papel central en ambos.
La microbiota, o flora intestinal, es el un conjunto de microorganismos vivos o bacterias que se encuentran en el intestino. Una microbiota diversa y equilibrada (en cantidad y tipo de bacterias) es fundamental para un organismo sano y equilibrado. Si hay descompensación, podemos enfermarnos. Tanto física como mental. Nuestra microbiota afecta nuestra actividad cerebral, nuestro comportamiento, nuestras emociones.
Ya hay pruebas de la relación entre la microbiota y enfermedades como el cáncer de colon o la diabetes. Pero también se asocia más a patologías como el autismo o depresión. Sabemos, por ejemplo, que “lo que pensamos y sentimos afecta a la microbiota, y viceversa”. Lo expliqué en NIUS hace unos días. Isabel María Martín Monzón, Catedrática de Psicobiología de la Universidad de Sevilla.
Y ahora se acaban de publicar dos estudios en Nature Communications para confirman que la diversidad del microbioma intestinal está asociada con la depresión. “La conclusión es en las personas con depresión hay un cambio en la microbiota, eso es muy fuerte”, declara López-Goñi. Y es fuerte por la cantidad de casos estudiados.
Microbiota fecal de 5.000 personas
La relación microbiota-depresión se ha estudiado durante algún tiempo, pero hasta ahora se han realizado estudios con muy pocas muestras. “Ahora Se ha estudiado la microbiota de casi 5000 personas, y esto tiene una validez estadística bastante sólida.“. Nuevos estudios confirman que existe una clara relación entre la depresión y las bacterias intestinales. ¿Cuál es esa relación?
En uno de los estudios, pudieron hasta trece grupos microbianos diferentes asociados con síntomas depresivos. “Estas bacterias están involucradas en la síntesis de glutamato, butirato, serotonina y ácido gamma-aminobutírico (GABA), que son los principales neurotransmisores de la depresión”. Descubrieron que ciertas bacterias aumentan, mientras que otras disminuyen, en personas con depresión. “Nuestro estudio indica que la composición de la La microbiota intestinal puede desempeñar un papel central en la depresión“Los autores concluyen.
En el otro estudio, los investigadores han analizado la microbiota fecal de más de 3.000 personas con depresión. Y también lo han hecho en personas de diferentes etnias. Porque se sabe que “el microbioma y el nivel de depresión varían mucho entre los diferentes grupos étnicos”.
Lo hicieron un mapa genómico de los microorganismos presentes en su microbiota, estudiando específicamente las bacterias. Y descubrieron que un relación entre diversidad y composición de la microbiota y síntomas depresivos. Independientemente de la etnia. “Los resultados muestran que la microbiota intestinal se asocia con síntomas depresivos y que esta asociación se generaliza en todos los grupos étnicos”. Pero ¿Cómo pueden estas bacterias intestinales afectar nuestro estado de ánimo?
Cambiar la microbiota cambia la función cerebral
“Él lo sabe Muchas de estas bacterias producen sustancias que probablemente afecten al cerebro.”, explica López-Goñi. “Las bacterias intestinales producen hormonas, ácidos grasos de cadena larga, neurotransmisores, serotonina, etc… y todas estas sustancias pueden, de alguna manera, afectar la función cerebral”.
Por tanto, si esta microbiota se ve alterada por cualquier motivo (desde la dieta o el estilo de vida hasta una infección o el uso de antibióticos), “Los cambios en estas bacterias provocan cambios en las sustancias que producen y también afectan la función cerebral”. Hablamos, en este caso, de cambios en el cerebro que afectan a la salud mental.
“Cada vez tenemos más datos de que nuestra biología y fisiología (cómo funcionamos) también depende de estos microorganismos, no solo a nivel intestinal sino en todo el cuerpo”, advierte el microbiólogo navarro. Explique, al igual que en la naturaleza, “El ser humano es también un ecosistema formado por millones de células y millones de microorganismos. Si es plano funciona bien, pero si hay cambio, los cambios suceden.“. Esto es lo que los científicos llaman “disbiosis”: el cambio en el número o diversidad de estos microorganismos.
el psicologo Martín Monzón explica algo parecido. “Vivimos dentro y sobre nosotros de 10 a 100 billones de microorganismos, con los que tenemos una relación simbiótica.. Con una cifra así, no es de extrañar que su sola existencia afecte la forma en que pensamos, sentimos o enfermamos”.
¿La microbiota es causa o efecto?
Hay un matiz importante en todo esto. López-Goñi advierte. “No sabemos si la depresión es la causante del cambio en la microbiota o si es al revés. Hay una relación muy clara entre la microbiota y la depresión, pero no sabemos si es causa o efecto”. Los cambios en la microbiota, cambios en su composición o diversidad, ¿son causa o consecuencia de la depresión? Es decir, advierte el científico, “la gran incógnita” que sigue sin resolverse.
No es fácil hacer eso, porque requeriría un seguimiento muy largo de personas sin depresión, para ver si la desarrollan o no. Pero es importante saber que existe una relación entre los dos, porque abre otra pregunta clave. Si hay un cambio en la microbiota en la depresión, ¿habría alguna forma de promover o restablecer el equilibrio en los microorganismos del intestino?para mejorar esa depresión también?
Manipulación de la microbiota
De momento, López-Goñi dice que no. Si hablamos de “manipular la microbiota”, dice, “estamos en la edad de piedra”. Afirma que, desde un punto de vista teórico, tiene sentido, pero desde un punto de vista práctico, todavía no es posible. “El problema con los probióticos es que no sabemos exactamente qué tipo de bacteria agregar, porque realmente depende del tipo de microbiota que tengas. En el futuro tendremos que pasar a los probióticos personalizados“, explícate. Pero le queda suficiente tiempo”, dice.
el es Los científicos ya conocen “muchas de las bacterias que se alteran en la depresión”, pero conocerlos no es suficiente para poder intervenir de alguna manera. “Sabemos que están allí, pero aún no podemos mantenerlos., que preparar kilos y kilos de esta bacteria en el laboratorio. No tenemos los recursos para eso”, decide el microbiólogo.
Lo que parece claro y probado es que los micronutrientes equilibrados son “críticos para la salud física y mental”. Y saberlo significa “cambio de paradigma en la medicina personalizada”.
Buena alimentación, esperando medicamentos y trasplante.
“En el futuro cercano, él aspira a modificar la bacteria (vía trasplante fecal, nutrición, etc.) ser una de las estrategias coadyuvantes para el tratamiento del cáncer cerebral, junto con la neurocirugía, la quimioterapia y el uso de otros fármacos”, comenta Isabel María Martín Monzón. Hace poco, de hecho, os hablábamos del primer fármaco a base de microbiota fecal, y de él Las vías terapéuticas abiertas por el trasplante fecal y el autotrasplante.
Pero tanto el microbiólogo como el psicobiólogo Tienen mucho que ver con la dieta. cuya relación con la salud mental, no sólo física, es cada vez más evidente. “La evidencia sugiere que la La dieta mediterránea puede ser un tratamiento complementario eficaz para patologías como la depresiónen parte por la forma en que cambia nuestra microbiota, aumentando los microbios que promueven la salud (p. ej., F. prausnitzii, Bifidobacterium spp.)”, explica Martín Monzón. “Estudios han identificado que es reciente algunos probióticos, como las cepas de Lactobacillus y Bifidobacterium, pueden reducir la gravedad de los síntomas depresivos (en comparación con el placebo) cuando se toma durante varias semanas.
“La microbiota múltiple y abundante es síntoma de buena salud, física y mental. Y lo principal que te lo generará”, explica López-Goñi, es “una alimentación diversa y equilibrada”.