La importancia de la oncología radica en saber de antemano qué tratamiento funcionará en un paciente oncológico específico, para poder darle a cada paciente el tratamiento más efectivo para su condición. Actualmente, estas terapias solo están disponibles para el 5% de los cánceres.
Un estudio realizado por Miguel A. Quintela-Fandino y Silvana Mouron, del Instituto Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) de España, con secciones de cáncer de diferentes hospitales de España, encontró la forma de identificar alguno de los fármacos más utilizados en el país. La quimioterapia convencional para diferentes tipos de cáncer, paclitaxel, será eficaz en todos los pacientes.
La denominada terapia dirigida se basa, sobre todo, en el estudio de las mutaciones propias de cada cáncer. Pero los esfuerzos de investigación en todo el mundo han revelado una ubicación genómica única para cada paciente. La investigación de Quintela y Mouron se centró en el cáncer de mama HER2 negativo, que representa el 85% de los cánceres de mama y presenta, en la mayoría de los casos, diferentes mutaciones oncogénicas.
Muchos genes están involucrados en la enfermedad, es difícil saber cómo responderá el virus a un fármaco en particular. El trabajo de los investigadores del CNIO es innovador porque no se realiza el análisis genético (del organismo) sino el análisis del organismo (de la proteína). Esto se debe a que, en un estudio anterior, este mismo grupo demostró que aunque exista una gran cantidad de mutaciones oncogénicas, aparecen pequeñas modificaciones proteicas.
Es decir, en la mayoría de los cánceres no existen marcadores genéticos comunes en pacientes que no han respondido a ningún tratamiento, sino marcadores proteómicos regulares (relacionados con las proteínas). Las proteínas son las moléculas que realizan la mayor parte de las funciones biológicas; Los genes (en moléculas de ADN) contienen la información para producir todas las proteínas que el cuerpo necesita.
El equipo de la Unidad de Investigación Clínica del Cáncer del CNIO, con Miguel Ángel Quintela (de pie, cuarto por la izquierda) y Silvana Mouron (quinta por la izquierda). (Foto: Laura M. Lombardía)
En el nuevo estudio, se analizaron muestras de cáncer de mama HER2 negativo de 130 pacientes tratadas con paclitaxel, uno de los fármacos más utilizados contra enfermedades de mama, ovario, pulmón, vejiga, próstata, melanoma, esófago y otras.
Los autores del estudio buscaron similitudes en la expresión de proteínas en muestras de pacientes que respondieron al paclitaxel. Se encontró que dos proteínas estaban particularmente asociadas con la respuesta al paclitaxel: CDK4 y filamina.
Los investigadores demostraron que esta asociación aparece cuando se usa paclitaxel, pero no cuando se usan otras drogas.
“Encontramos que los pacientes con niveles elevados de CDK4 y plasma tienen buenos resultados en el 90% de los casos”, resume Miguel A. Quintela-Fandino, investigador principal y jefe de la Unidad Clínica de Cáncer de Mama del CNIO.
“El estudio identificó factores pronósticos tempranos específicos para la quimioterapia convencional, para los cuales hasta ahora no había factores predictivos directos o negativos. Encontramos que dos marcadores, CDK4 y filamina A, se relacionan con la actividad de paclitaxel de la misma manera”, señala este investigador del CNIO.
La operación no se llevó a cabo inmediatamente al hospital. Para que el descubrimiento esté en el arsenal de enfermedades oncológicas, primero se deben realizar estudios epidemiológicos y clínicos para demostrar su utilidad y mejorar lo disponible.
El estudio se titula “El análisis fosfoproteómico del cáncer de mama neoadyuvante muestra que el aumento de la sensibilidad al paclitaxel es causado por CDK4 y filamina A”. Y fue publicado en la revista académica Nature Communications. (Fuente: CNIO)