La investigación y el desarrollo científico en el país ya no podía tener un compromiso presupuestario mínimo porque el presidente Andrés Manuel López Obrador eliminó la cláusula que obliga al Estado a destinar al menos el 1% del PIB a este rubro.
El artículo 9 Bis de la Ley de Ciencia y Tecnología establece que el monto anual que las entidades federativas y los municipios deberán destinar a actividades de investigación científica y desarrollo tecnológico no será inferior al 1% del Producto Interno Bruto del país. SSin embargo, de acuerdo con la iniciativa de Ley General de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovaciones planteada por el presidente, la promesa fue anulada.
En cambio, solo hablan del presupuesto necesario y suficiente.
En entrevista, Alma Maldonado y Brenda Valderrama, investigadoras y miembros de la Red ProCienciaMx, consideraron que la eliminación de esta promesa es una maniobra para destinar menos dinero al desarrollo y la investigación científica del país, así como dejar sin efecto las fundadas demandas de la comunidad en cuanto a la exigencia de garantizar los recursos mínimos en el desarrollo científico y tecnológico.
“Nunca se ha alcanzado el 1%, eso es un hecho, pero también existe la posibilidad de que siempre haya una meta por alcanzar; Es un marco muy adecuado que hace de presión y ahora sin él ese fin ha desaparecido (…) hablan de cosas muy generales como ‘suficiente’, ‘necesario’, etc., pero estos adjetivos, pues no tienen. como componente numérico son más ambiguos y eso permite pensar que ni siquiera se apuntará al mínimo”, consideró Maldonado, del departamento de investigación en educación del Cinvestav.
Los datos contenidos en la misma iniciativa muestran el grado de avance del país en el cumplimiento del compromiso de destinar el 1% del PIB al desarrollo de la ciencia y la tecnología.
Por ejemplo, en 2010 el gasto nacional en investigación científica y desarrollo experimental fue de 0,49% del PBI, y de 2013 a 2018, la inversión científica y desarrollo experimental (GIDE) disminuyó de 0,43% a 0,31% del PBI.
“Del mismo modo, fue inútil la supuesta promoción de la inversión privada en investigación e innovación tecnológica, que disminuyó paulatinamente desde 2010 hasta alcanzar el 0,05% del PIB en 2018, lejos de aumentar su proporción en relación con la OTI”, según se detalla en el documento enviado. a. Asociación de Diputados.
Brenda Valderrama, académica investigadora de la UNAM y miembro de ProCienciaMx, enfatizó la importancia de leer la propuesta del presidente a la luz de todo lo ocurrido desde el inicio de su gobierno desde el punto de vista científico.
El investigador recordó las recientes modificaciones a la Ley de Ciencia y Tecnología que aún están vigentes para eliminar fideicomisos y fondos.
Ahora en la propuesta no solo no se contemplan fondos y fideicomisos, sino que se prohíben y, además, se elimina la referencia al compromiso nacional de invertir el 1% del PIB en ciencia.
“Hemos pasado de un sistema donde había una promesa que generaba los medios para cumplirla, a un sistema donde ya no hay promesa y, además, está prohibida la generación de instrumentos para la inversión”, dijo el Sr. investigador.
de acuerdo con s análisis Para el Proyecto de Presupuesto de Egresos que hizo el Ejecutivo en Fundar, de apegarse a la disposición actual respecto al 1%, habría que destinar a ciencia y tecnología un presupuesto de 182 mil 200 millones de pesos, es decir, 3.5 veces más que lo que hay en este momento. ninguna.
Este monto es casi igual al monto destinado al Tren Maya, entre las modalidades de becas Benito Juárez y los programas Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo.
Además de la iniciativa lanzada por el presidente López Obrador, que actualmente se encuentra en la Cámara de Diputados y el Senado, cuatro propuestas adicionales han sido presentadas por la comunidad científica y legisladores de diferentes partidos.
Con la llegada de este quinto texto, la Red ProCienciaMx solicitó que las cinco propuestas sean controladas de manera coordinada y que de cada una de ellas se extraigan las mejores propuestas para construir el mejor orden.
Para ello, solicitaron que se reactive la Comisión Bicameral de Ciencia y Tecnología donde diputados y senadores trabajarán en conjunto para definir lo que será la nueva Ley de Ciencia y Tecnología.
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